EL TANGO

El tango es un género musical y una danza característica de la región del Río de la Plata y su zona de influencia, pero principalmente de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo.

Surge de la confluencia (con el devenir de los años) de los ritmos autóctonos de ambos países junto con ritmos africanos (espíritu de la gente de color), y diversos géneros musicales aportados por la masiva afluencia de inmigrantes al Río de La Plata, procedentes de países de todo el mundo. De origen humilde y arrabalero, sus primeras letras reflejan la vida social de la época en un lenguaje popular y característico de los ambientes donde nace y se desarrolla, mezcla de multitud de palabras y expresiones de diversos idiomas: el lunfardo.

En una época de bailes de pareja enlazada (polca, mazurca, vals europeo…), el tango, en su momento, revoluciona el baile popular introduciendo una danza sensual con pareja abrazada que propone una profunda relación emocional de cada persona con su propio cuerpo y de los cuerpos de los bailarines entre sí. Siendo en sus orígenes un género musical alegre y “picadito”, con la incorporación del bandoneón se torna, progresivamente, más lento y triste, reflejando fielmente las difíciles condiciones sociales y económicas de la época. Refiriéndose a esa relación, Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió el tango como “un pensamiento triste que se baila”.

Desde sus comienzos, allá por la época de 1875-1890 (sus comienzos exactos son inciertos), hasta la actualidad, es innegable que el tango ha sufrido un desarrollo imparable. Constituye un fenómeno de escala mundial de fuerte raigambre incluso en países como Japón (que junto con Francia constituyeron dos puntales fundamentales en su expansión y difusión).

El 30 de septiembre de 2009, a petición de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo, la Unesco lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.